La escuela República de Italia está ubicada a la vera de la ruta 338, en El Corte, Yerba Buena. Y desde allí salieron sus representantes a Paraná, Entre Ríos. Iban llenos de entusiasmo a presentar un trabajo en la instancia nacional de la Feria de Ciencias. Habían partido distinguidos como proyecto destacado de Tucumán; volvieron con una de las cinco menciones nacionales (sobre 350 trabajos presentados). Los dos pequeños embajadores son Justino Rodríguez Garay, de 10 años, y Camila Martínez, de 11.
Los porcentajes
En cierta medida, este premio es responsabilidad de los porcentajes. Gabriela Brito es la seño de 5° y 6° grados, donde enseña Matemáticas y Ciencias Naturales. "Para enseñárselos se me ocurrió usar viejos registros del establecimiento. Pensaba trabajar con los datos de asistencia, y descubrí cuán altos eran los niveles de ausentismo cuando empecé en esta escuela, hace 10 años. Entonces revisamos papeles y fuimos llegando a la conclusión de que ahora los chicos están mejor alimentados, y así se nos ocurrió estudiar la influencia positiva del proyecto Yogurito".
Se refiere a un programa por el cual, desde 2008, chicos de 500 escuelas de la provincia reciben un yogur "intervenido" por el Cerela con el lactobacilo probiótico CRL 1505, de probada eficacia en la prevención de las infecciones gastrointestinales y respiratorias, y producido por la empresa Cerros tucumanos. También produce BioSec (2010), un polvo concentrado y deshidratado que se agrega a la leche común y aporta sus beneficios, y, desde hace poco más de un año, Chocolet: chocolatada lista para consumir. "Ideal para estos días de tanto calor", dice la seño Gaby, mientras muestra los sachets.
Hablan los autores
"No todas las bacterias son malas. El Yogurito tiene bacterias buenas, que te defienden de las infecciones. Y además, si tuviste que tomar antibióticos, que te matan todas las bacterias, el Yogurito y el Chocolet te permiten recuperar las buenas, que están en el intestino, y son indispensables para vivir", dice, muy serio, Justino.
"Hicimos encuestas para averiguar cuánto sabían nuestros compañeros y cuál es su preferido, lo que ayudará a que lo tomen siempre, porque les gusta más", añade, explicando con suma sencillez lo que los médicos llaman variables de adhesión al tratamiento. "A las chicas les gusta más el de frutilla", indica Camila, más tímida, pero igual de compenetrada con su trabajo de investigadora y embajadora escolar.
"Desde que los chicos empezaron a indagar, el resto de los alumnos se tomó mucho más en serio la importancia del Yogurito para la salud, así que el trabajo también funcionó como campaña de prevención", cuenta la directora de le escuela, María Silvia Nieva.
El otro premio
"Ya el viaje fue un sueño cumplido -señala Gaby-. Formar parte de la delegación tucumana, conocer ciudades nuevas... Estaban felices".
"Conocimos chicos de todas las provincias... ¡hasta de Tierra del Fuego!", cuenta Justino con los ojitos iluminados. "Yo me hice amiga de una chica de Buenos Aires, pero no sé si la volveré a ver... No le pedí su mail", dice un poquito más tristona Camila.
Y todos coinciden en que, además de contestar miles de preguntas sobre el Yogurito, tuvieron que contar cómo son las empanadas tucumanas.